El rayo es uno de los fenómenos naturales más mortales, con temperaturas de perno más calientes que la superficie del sol. Como saben los ingenieros eléctricos, los rayos pueden aumentar las lesiones personales, el tiempo de inactividad de los equipos, el incendio de las instalaciones y otros riesgos. Si bien se puede entender que los rayos pueden causar daños catastróficos a las instalaciones, equipos y personal, existen formas de reducir los riesgos. Pero antes de reducir los peligros asociados con los rayos, vamos a retirar la cortina sobre los aspectos básicos de un rayo.

¿Qué causa un rayo?

En primer lugar, la atmósfera superior se vuelve inestable debido a una combinación de calor y una columna de aire vertical en la masa de aire superior más fría. Las masas de aire ascendente de esta  transportan vapor de agua, lo que aumenta la actividad de la tormenta convectiva cuando se encuentra con aire más frío. A partir de ahí, la presión y la temperatura forman la base de una nube cumulonimbus. Para que se genere un rayo, la nube debe tener entre tres y cuatro kilómetros de profundidad. Cuanto más alta es la nube, más probable es que genere un rayo. Alrededor del 90% de todos los relámpagos son de nube a nube, y el 10% restante son destellos de nubes a tierra. Los ataques de nube a nube también son los más poderosos.

¿Cómo proteger su instalación de los daños de un rayo?

Si bien ningún sistema de protección contra rayos es 100% efectivo, existen ciertos métodos a seguir para reducir el riesgo. Esos riesgos van desde condiciones de trabajo inseguros hasta daños mecánicos dentro de la instalación.

Para obtener un sistema  de protección contra rayos debe hacer lo siguiente:

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